«Ahora, la meditada exposición que realiza Rivas en el CAB tiene un aire de proyecto total y conclusivo pues se asienta en propuestas anteriores, tras la travesía nos hallamos en el bosque, de densidades y claros, como si buena parte de su trabajo y exposiciones hasta la fecha fuesen ensayos conducentes a este bosque sonoro y bello, misterioso. De alguna forma, he pensado contemplando esta exposición, que Rivas podría afirmar aquello de Rothko: “he hecho un lugar”.[i] […]
El cuadro, ahora, no se muestra aislado, como una realidad lejana o un mero objeto visible, sino que más bien este proyecto expositivo tiene algo del ejercicio de conjunto, una apertura sensible, pues no abandona Rivas el soporte de los sentidos, no se olvide que su quehacer se ha sustentado con frecuencia en un hondo componente imaginativo. Ofreciendo a quien observa el vacío feliz de la escucha, transfigurados quienes contemplamos las pinturas en esta disposición en el espacio del mundo, lo invisible de esta realidad visible que ha concebido Rivas surgirá desde el encuentro de quien contempla con un detrás, allí los colores, rosa, verde, gris, blanco o marrón. […]
Su desarrollo formal en el CAB de Burgos no es tanto una respuesta pictórica como la formulación allende de la cuestión de los límites, por eso, las situaciones que sucedan en dicho espacio serán diversas, entre espacios comunes e imágenes universales. Algo de encuentro en la naturaleza esa presencia de los sonidos de las olas del mar, lluvia, viento o nieve, como escenas mínimas y secretas que se vinculan a los colores que la artista establece, tal si se tratase del orden invisible de unos sueños recobrados y que, puesto que se hallan en el espacio acotado de la sala de exposiciones, podrían también entenderse como la experiencia del encuentro con un jardín sonoro, en un bosque acotado, un lugar distinto ejerciente de tiempos diferentes, en donde la experiencia de la naturaleza ha ocupado el espacio. Para que nazcan los relatos, parece sentenciar Rivas, es preciso estar a la escucha.»
«Virginia Rivas: En un bosque sonoro y bello». Alfonso de la Torre. Texto para el catálogo realizado con motivo de la muestra.
[i] Citado en: VEGA ESQUERRA, Amador. Sacrificio y creación en la pintura de Rothko. Madrid: Ediciones Siruela, 2010, p. 83.
















El color del ruido. CAB Centro de Arte Fundación Caja de Burgos. Hasta el 18 de enero de 2026, Burgos. Ayudas promoción arte contemporáneo español 2020. Ministerio de Cultura de España.